Reseña de “ANNA” de Niccolò Ammaniti.
Anna nos transporta a un futuro quizás no muy lejano donde lo único que le queda al ser humano es sobrevivir tras la epidemia que ha acabado con todos los adultos dejando a adolescentes y niños solos en el mundo. Situada en la impresionante isla de Sicilia, Anna emprende un viaje desde Palermo hasta Messina, junto con su hermano pequeño, con el objetivo de encontrar vida más allá de la isla. El viaje de Anna nos va atrapando en cada capítulo, rodeándonos de ese universo lleno de niños enfrentándose a un mundo hostil, desprotegidos y afrontando sus miedos e incertidumbres. La soledad, la certeza de que ningún sitio es seguro y la probabilidad de morir en el intento, acompañarán a los protagonistas durante su odisea en la isla.
Escrita de forma magistral, Ammaniti vuelve a insistir en el tema de la infancia y la adolescencia que previamente ya había tratado en sus anteriores novelas como “No Tengo Miedo” o “Te llevaré conmigo”. Tiene inevitables referencias a “El Señor de las Moscas” de Goulding e incluso a “Peter Pan” de Barrie. Los personajes sólidamente construidos hacen que el lector llegue a sentir afecto por estos adolescentes solos en el mundo, siendo cómplices de sus miedos y vivencias dentro de este mundo apocalíptico y su inevitable fuga hacia un futuro quien sabe si mejor.